Cómo calmar el llanto de mi bebé

Papis, ¡el mundo despierto es tan divertido que irse a dormir es un rollo! Y así empiezan los conflictos antes de irse a la cama… con el consecuente llanto al día siguiente por no querer salir de ella. ¿Cómo dormir al niño? ¡En la rutina está la clave de este momento con papá y mamá! He aquí los Trucos Nenuco para crear vuestro ritual del sueño y dormir al niño… sin dormirse en el intento.

Aprender a dormir a tu niño

¿Sabes un secreto, papi? A los peques les encanta la rutina, tanto en casa, como en el cole y la guardería. Se sienten más seguros cuando saben qué va a ocurrir y hasta su cuerpo se acostumbra de forma natural a estos cambios… ¡para dormir también! De ahí la importancia de crear un ritual del sueño para tu hijo o hija, empezando por tener una hora fija todos los días tanto para dormir como para despertarse. ¿Y si no quiere irse a dormir?

Ahora o en 5 minutos: el concepto del tiempo no lo manejan, pero decir que no se les da fenomenal. ¿La forma de evitarlo al irse a la cama? Ofrecer una alternativa: ¿quieres ir a dormir ahora o en 5 minutos?
Protagonista y parte de su rutina: les gusta la rutina, pero si deciden sobre ella, ¡participan más! Una vez más, la clave está en las alternativas: ¿vas a dormir con el pijama de lacitos o el de gatitos? ¿Hoyduermes con tu osito o con la mantita? ¿Leemos el cuento del perrito o el de la ranita? Fíjate que no son preguntas abiertas, solo existen dos opciones y tu hijo o hija será súper feliz por haber tomado él la decisión.

Las mejores técnicas para dormir a tu niño

¿Qué tenemos de noche que no tenemos de día? ¡Tranquilidad que activa el modo dormir! No es el momento de jugar, cantar, bailar… ¡es hora de descansar! ¿Cómo conseguir dormir al niño? ¡Creando una rutina! Y este ritual del sueño puede incluir:

Bañito baja-revoluciones: aprender los trucos para bañar al niño, con el olor del jabón, las suaves manos de mamá y papá lavando su cabecita con el champú Nenuco, el masaje con la leche hidratante, baja revoluciones y le da la bienvenida al sueño del niño.
Hábitos pre-cama: las mismas acciones rutinarias antes de irse a la cama también dicen de forma indirecta que es hora de dormir. Leer un cuento, escuchar música relajante, lavarse los dientes, preparar la mochila para el cole, poner el pijama…
La hora Bostezos: si hoy se acuesta a las 20:00 y mañana a las 22:00, igual pasado a las 21:00 su cuerpo ya no sabe si activar el modo dormir o lanzar una dosis de adrenalina que lo mantenga bien despierto. Una hora fija de irse a la cama acaba con el problema.
Buenas noches: que estas sean las últimas palabras de papá y mamá antes de apagar la luz también es una forma de marcar el fin del día.
Juegos que relajan un montón: los ejercicios de relajación que se hacen como si fueran juegos también ayudan a dormir. Uno de ellos puede ser apretar cada extremidad por separado e ir soltando, de forma que el cuerpo se va relajando. Otro puede ser la técnica 4-7-8: se inspira 4 segundos, se retiene el aire 7 segundos, se expulsa en 8 segundos y se repite hasta que… Dulces sueños.

Canciones y cuentos para dormir a mi niño

Ese cuento tan guay que le cuentas a tu peque es uno de sus momentos favoritos del día: le ayuda a conciliar el sueño y hasta a ser amante de la lectura a medida que crece. Cada niño tiene sus cuentos favoritos y a la mayoría les encanta repetir y que le cuentes el mismo hasta llegar el día en que lo cuentan contigo o te lo cuentan ellos a ti. El Pollo Pepe, El Monstruo de Colores y Cosquillas y a la cama son ejemplos de grandes hits en literatura infantil.

¿Buscas extras para tu ritual del sueño? ¡Añade música para dormir! Esas canciones que usabas para dormir al niño cuando era tan solo un bebé también sirven para calmarlo ahora que está creciendo. Para ellos Pin pon es un muñeco, Cochinitos dormilones y Estrellita, dónde estás, entre muchas otras, nunca pasan de moda.

Qué hacer si mi hijo no se duerme

¡Investigación al completo! Antes de pensar en que tu hijo o hija puede estar enfrentando un trastorno del sueño, párate a analizar su situación y busca soluciones para ese problema en particular:

Sin batería: si tu peque no gasta esa energía ilimitada que tiene en las horas de luz, al llegar la noche no querrá cargar las pilas. Anímalo a jugar, correr, saltar… durante el día. Al llegar la noche estará relajado y listo para recibir a Morfeo.
La cama siempre es un lugar guay: castigarlo yendo a la cama creará asociaciones negativas. Hay muchas alternativas. La camita es el lugar top para relajarse y descansar… y nada más.
Los prohibidos antes de dormir: la tele, los videojuegos, la pantalla del móvil, las cenas copiosas, las bebidas con cafeína, el azúcar en exceso… dan más energía que sueño y pueden decirle a Morfeo que su visita no es bienvenida.
Su lugar de sueños: el ambiente de su dormitorio debe invitar al descanso. ¿Está lejos del ruido? ¿Hay buena temperatura en él? ¿Es cómodo y sin luces brillantes? Si más que el ambiente, el problema es el miedo a la oscuridad, siempre puedes probar a encenderle una lamparita infantil que no dé luz de forma directa, poner en el techo algún colgante de los que retiene la luz o invitarlo a dormir con su peluche favorito.