Cómo dar un masaje a tu bebé

Aunque les encante la visita del Ratoncito Pérez, no hay que tener prisa por conocerlo. Tenemos unos pequeños dientes que cuidar. La higiene dental de los niños no es solo una cuestión de estética, pues sus dientes les ayudan a comer, a hablar, a morder, afectan a cómo crece su mandíbula… Sin embargo, una mala salud dental en los niños puede ser sinónimo de enfermedades, infecciones o, incluso, problemas de mordida, entre muchas otras cosas que queremos evitar. ¿Cómo cuidar los dientes de un niño sin que quiera mordernos? ¡Trucos Nenuco al rescate!
Cuidar los dientes de un niño pasa por enseñarle buenos hábitos y medidas de higiene dental. ¿Cuáles son los must para cumplir esta misión tan especial? Un cepillo de dientes para peques, pasta dentífrica para niños y grandes dosis de paciencia made in papá y mamá.
Si en el momento de cepillarse los dientes, aparecen las excusas, ¡tápate los oídos, mami! Cepillarse los dientes después de cada comida no es negociable y menos aún por la noche, que suele ser cuando más pereza les da a los peques, pero también cuando las bacterias prefieren actuar y celebrar su propia fiesta en la boca de tu hijo o hija.
Para ellos el proceso es simple: ponemos pasta en el cepillo, nos lo metemos en la boca, enjuagamos y ya está, un proceso que son capaces de completar en menos de 10 segundos. Pero, no, papá. Un cepillado de dientes efectivo dura, como mínimo dos minutos, y se ocupa bien de todas las zonas de la boca, incluyendo las caras internas de los dientes y las muelas. ¿No es capaz de llegar bien solito? Su escudero, tu, está ahí para ayudarle.
Al igual que en el baño cuenta con su propio Jabón Líquido Ultra Suave, diseñado para niños aunque a papi y a mami les encante cogérselo prestado, a la hora de cuidar sus dientes también debe contar con productos específicos para la higiene dental de los niños. Su propio cepillo de dientes para príncipes de tamaño reducido y una pasta dentrífica con el flúor adecuado para niños.
Puedes recalcar lo mal que ha hecho esa parte de la higiene dental y hacer que se frustre y se enfade la próxima vez activando la respuesta no quiero lavarme los dientes o puedes elogiar lo bien que le ha salido esa otra parte, de forma que esté deseando repetir para seguir recibiendo esos comentarios orgullosos de papá y mamá que tanto le gustan. La decisión entre el momento rabietas o la magia del refuerzo positivo solo la tienes tú.
Eso que dicen de que es mejor prevenir que curar es una gran verdad, también a nivel de salud dental. Y es que cuidar los dientes de un niño también implica enseñarle a evitar problemas dentales. ¡Consejos Nenuco activados!
El azúcar es el gran aliado de las caries y uno de los principales encargados de deteriorar el esmalte de los dientes. Sí, sabemos que a los niños les encantan las gominolas, los caramelos, los helados… y que es casi misión imposible evitarlos, pero lo que sí puedes hacer es reducir su consumo y nunca usarlos como premios para cuando se porten bien. ¿Y si cae en la dulce tentación? ¡Cepillado de dientes de inmediato!
Aunque nos despedimos un poco de las chuches, no dejamos huecos vacíos. Ese estómago hay que alimentarlo con algo muy rico y que sea muy bueno para la salud dental de los niños: las frutas y verduras. Es cierto que hay peques que en cuanto ven verde en el plato intentan desarrollar todo un plan de fuga, pero, ¿os contamos un secreto, papás? La fruta y las verduras también pueden ser comidas ricas y divertidas. Echándole un poco de imaginación, las zanahorias pueden saber recibirlos formando una gran sonrisa en su plato.
Si hay muchos mayores que aún le temen al dentista, imagínate los niños. Una persona con una bata blanca rodeada de artilugios que hacen ruido acercándose peligrosamente a nuestra boca no es la imagen más apropiada para antes de irse a dormir, pero, papis, hay que ayudarle a ver que ir al dentista también es una experiencia divertida que debe hacerse con frecuencia y, aunque vosotros aún le temáis un poquito, ahora os toca disimular y convertiros en #SomosLosPadresQue no tememos al dentista.
La mejor forma de regalarle un nuevo hábito saludable a vuestro hijo es inculcárselo desde pequeñito y, sobre todo, dar ejemplo. Si él ve que mamá y papá se lavan los dientes después de cada comida, prestan atención al hilo dental, comen saludable, evitan las chucherías y no le temen al dentista, él va a querer imitarlos y ser igual de valiente que ellos.
¿Y tú? ¿Qué trucos utilizas para cuidar los dientes de los niños? ¡Compártelos en nuestras redes sociales con el hashtag #YoSoyElPadreQue #YoSoyLaMadreQue… sé cómo dibujar sonrisas!