Vuelta al trabajo: después de la baja

Vuelta al trabajo: después de la baja

Vuelta al trabajo: después de la baja

Tu próxima misión mamá: volver al trabajo, preparar al bebé y a ti. Y, sí, lo sabemos, aún no has encontrado la fórmula mágica para combinar maternidad y trabajo en la medida que te gustaría… pero, toca volver a la vida laboral. Y, aunque la ley te da varias opciones para conciliar la vida familiar y laboral, como la excedencia por maternidad, la jornada reducida y la compactación de la lactancia, no siempre es fácil separarse del bebé, aunque sean solo unas horas. ¿Buscas consejos para la vuelta al trabajo tras la baja por maternidad? ¡Nenuco al rescate!

Consejos para la vuelta al trabajo tras la baja por maternidad

Cada madre enfrenta el reto de volver a la vida laboral como cada una es: a su manera. Hay mamás que se sienten culpables, otras están ilusionadas, otras sienten miedo y angustia por el bienestar del bebé en su ausencia, a otras les apetece mucho seguirse desarrollando en el mundo laboral, hay las que no saben si reír o llorar por volver a trabajar… ¿Y sabes qué? Todas lo hacen genial. Porque, sí, sea cual sea tu caso, eres una buena mamá y lo que sientes en este momento es completamente normal. ¿Cómo hacerlo más fácil? ¡Consejos Nenuco activados!

 

La planificación y la organización: las armas clave

Conseguir la conciliación familiar que deseas también pasa por organizarte y planificar. Unas semanas antes de reincorporarte, prepárate para volver a la rutina empezando a acostarte y a levantarte a las horas que tendrás que hacerlo al trabajar, por lo menos con tres semanas de antelación... en la medida en que te deje tu bebé, claro. Y preocúpate de dejar los asuntos más importantes bien maniatados, como decidir quién se quedará con tu hijo o hija y cómo será la lactancia.

 

Pensamos en positivo

Si quieres, puedes encontrar muchos motivos para preocuparte y angustiarte. Pero, piénsalo: ¿te compensa? Recondúcelos hacia el lado positivo y, si ves que la cosa se desliza hacia el otro extremo, saca el arma de la sonrisa y vuelve a cargarte de energía positiva. No sufras antes de tiempo, mamá. A tu bebé no va a pasarle nada y eres una mujer genial, así como eres. No lo olvides nunca.

 

¡Hasta la vista, culpa y ansiedad!

Estar hiperpendiente del bebé le abre las puertas al estrés. Recuérdalo cuando estés de vuelta en el trabajo: si le pasara algo, te llamarían de inmediato. Claro que, si te sientes más tranquila, siempre puedes marcarte hacer una llamada al día a la persona que esté a su cargo, pero solo para quedarte tú tranquila… y no más de una. No hay nada de qué preocuparse ni por qué sentirse culpable. Tu bebé está bien atendido y tú estás trabajando de nuevo, por ti y por el bienestar de tu familia. Aprovecha estos momentos, te vendrán genial para tu propia realización personal.

 

Déjate ayudar: aprendiendo a delegar

Aunque la maternidad te haya dado superpoderes, no significa que tengas que convertirte en Superwoman y ocuparte de absolutamente todo en todos los ámbitos de tu vida. Es más, delegar y dejarte ayudar supone terminar más tareas y, probablemente, excelentes resultados y calidad. Sin embargo, intentar poder con todo, además de una carga de estrés, puede obsequiarte con la sensación constante de no conseguir llegar y, por supuesto, la consecuente frustración.

 

Superar el primer día

Aunque ya te habías habituado a estar todo el día con el bebé, ha llegado el momento de volver a la vida laboral. ¿Cómo superar el primer día? ¡Consejos Nenuco activados!

  • Todo listo el día anterior: no dejas nada sin preparar para la vuelta al trabajo. Desde la ropa, pasando por la fruta que vas a comerte a media mañana, hasta las tomas del bebé. Todo bien maniatado el día anterior.
  • Motivación por un tubo: además de mamá, eres una gran profesional. Si la motivación por seguir creciendo a nivel laboral no es suficiente para levantarte el ánimo, prueba a regalarte un capricho de primer día.
  • Sepárate del bebé con naturalidad: fuera dramas. Pon tu mejor sonrisa y de forma tranquila, dile que mamá se va a trabajar, pero que volverá a la hora de la comida o para merendar, y vete. Sin esconderte y sin huir. Dejarle algo con tu olor o su peluche de consuelo puede ayudarle si te echa de menos.
  • Ponte al día con tu equipo: revisa los objetivos a conseguir, en qué punto estáis, cuáles son vuestros próximos pasos… y haz tu lista de prioridades.
  • Disfruta: trabajar te ayudará a sentirte mejor y te dará equilibrio emocional. Volverás a sentirte realizada y a disfrutar de nuevo del contacto humano. ¡Disfrútalo!

 

¿Con quién le dejo? La decisión más difícil

La compañía que más te gusta para tu bebé debe volver al trabajo y seguir siendo la mujer que era antes del embarazo. El siguiente paso es encontrar a una persona o un centro de confianza para que se ocupen de tu hijo o hija en las horas en las que tú estés trabajando o, incluso, cuando sientas que necesitas un poco de tiempo para ti… porque sí, mamá también tiene derecho de tener tiempo para ella misma.

Llevar el bebé a la guardería

Hay muchas madres que se decantan por una guardería. Y es que aquí te aseguras de que las personas que atienden a tu bebé son profesionales cualificados para cuidarlo y, además, tu peque está en continuo proceso de aprendizaje y potencia su desarrollo en partes tan importantes, como la socialización con otros niños.

Dejar a tu hijo con los abuelos o un canguro

Si lo dejas con personas de confianza, como pueden ser los abuelos o alguien que contrates como canguro, sabrás que la atención recae toda en él, que lo mimarán mucho y, seguramente, no tengas que preocuparte tanto por los horarios de recogida o por si ese día sales un poco más tarde de lo habitual.

 

Conoce tus derechos: excedencia, adaptación de jornada…

Si ves que necesitas pasar más tiempo con tu pequeño, debes saber que la ley de conciliación familiar intenta ayudar a los padres a llevar mejor la combinación entre vida laboral y familiar. En el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, se proponen una serie de medidas que te pueden venir bien en esta etapa, como son:

  • Adaptar la jornada laboral: si tu hijo o hija tiene menos de 12 años, puedes negociar con tu empresa la posibilidad de adaptar tu jornada laboral, si prefieres no recurrir a la reducción de jornada.
  • Permiso de lactancia materna: hasta que el bebé cumpla los 9 meses, tienes derecho a una hora al día de lactancia, dividida en dos fracciones, reduciendo media hora a tu jornada laboral, ya sea la de la entrada o la de la salida, o acumulándolas.
  • Prolongar la baja de maternidad: puedes hacerlo acumulando las horas de lactancia, que suman casi 15 días naturales, acumular vacaciones y solicitarlas para este momento o, incluso, pedir una excedencia.
  • Excedencia: puedes recurrir a esta opción hasta que tu bebé cumpla tres años. El primer año te reservarán tu puesto y, en los siguientes dos años, tendrán que darte uno de la misma categoría o una equivalente.

 

¿Y tú? ¿Qué consejos le darías a otras mamás para la vuelta al trabajo? ¡Compártelos con nosotros con el hashtag #YoSoyLaMadreQue… deja el chupete para volver al trabajo!

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